Un nuevo tratamiento para el glaucoma promete olvidarnos de las gotas y de las molestias que producen

El glaucoma es la primera causa de ceguera irreversible en el mundo. Esta patología se caracteriza por un daño en el nervio óptico y pérdida de visión progresiva desde la periferia hacia el centro

Los pacientes con glaucoma deben usar a diario un tratamiento hipotensor en gotas que a menudo escuece, inflama la conjuntiva y empeora el ojo seco. Generalmente, las pautas son de una gota de un colirio o dos cada 12 ó 24 horas. Los fármacos empleados para el glaucoma pertenecen a la familia de los bloqueantes beta, estimulantes alpha, inhibidores de la anidrasis carbónica o de los análogos de las prostaglandinas. Estos últimos han demostrado una eficacia muy alta con una significativa reducción de la presión intraocular. Por esta razón la casa farmacéutica Allergan, fuertes en la experiencia con otro fármaco de liberación sostenida para las patologías de la retina, han desarrollado un implante de Bimatoprost que reduce la presión intraocular durante 6 meses sin tener que aplicar gotas. Este implante es biodegradable, tiene forma de tubito muy pequeño y se coloca en pocos minutos. Está impregnado de fármaco que lentamente se “suelta” y actúa bajando la presión intraocular.

Podríamos estar delante de una verdadera revolución en el tratamiento del glaucoma. Los pacientes, a veces, olvidan ponerse el tratamiento y esto hace que tengan pequeños picos que a la larga influyen sobre la progresión del glaucoma. Además, como escuecen mucho, muchos pacientes se saltan las gotas de vez en cuando y ya sabemos el daño que puede crear. El implante podría ser la solución a este problema.

¿Cómo y dónde se coloca?

Ya conocemos cómo se coloca el Ozurdex en la cámara vítrea. Este fármaco es un corticoide que sirve para el tratamiento de las patologías de fondo de ojo. El implante es el mismo del que se usa en glaucoma, lo que cambia es el fármaco.

El Bimatoprost SR se coloca en la cámara anterior, con anestesia local y se coloca en el ángulo irido corneal. El paciente no lo nota y, a diferencia del Ozurdex, tampoco lo ve.